viernes, 16 de diciembre de 2016

MEMORIAS DE UNA DRAGG QUEEN DE PUEBLO (Fragmentos del diario de un directivo japonés)


FRAGMENTOS DEL DIARIO DE UN DIRECTIVO JAPONÉS.


        08-12-1994.- Después de meses luchando para adquirir las acciones del grupo YUKY, he llegado a la conclusión de que el esfuerzo realizado no merece la pena, una vez visto lo pobre del resultado final de toda la operación.
        11.00 am.- Reunión con Himekame para ultimar los flecos del viaje de control al centro de producción en España. Después almuerzo con el Doctor Ukemawa. Los análisis indican que todo sigue igual en mi estado de salud.  A las 7.00 pm me traslado al Aeropuerto internacional de Narita. Vuelo a las 8.30 pm.
        09-12-1994.- Tras una escala en Londres hemos llegado a Barcelona a las 8.40 am (hora local). Tengo cierto jet-lag, han sido diecinueve horas de vuelo y no he conseguido administrar el sueño para que mi cuerpo llegase fresco al horario de llegada.
        He sido recibido por la dirección del equipo de la sección de ventas y distribución de la sección europea. Después de asearme en el hotel donde pasaremos esta noche, he participado en el desayuno-reunión donde se nos ha entregado informe detallado de todas las quejas referentes a la calidad del producto fabricado en la factoría local.
        Una vez decidido el sistema de proceder, se ha solicitado un operario de apoyo de la sección más eficiente de la empresa. A partir de ese supuesto, yo personalmente realizaré un chequeo de control de calidad estándar mientras el resto del equipo recaba información sobre proveedores y materiales.
        Se nos ha ofrecido un almuerzo al estilo de la cocina local. Este país tiene una carne excelente y la cocinan de maravilla. Por la tarde nos han ofrecido un circuito turístico por la ciudad y una cena en un reconocido restaurante llamado “Les 7 Portes”. Después se nos ha ofrecido asistir a una fiesta privada pero he declinado la invitación, me siento excesivamente cansado.
        10-12-1994.- A las 11.00 am nos hemos reunido todo el equipo para concentrarnos en el vestíbulo del hotel. La empresa local nos ha hecho llegar dos coches para que nos trasladen a Girona, hemos decidido hacerlos esperar y tomarnos unas horas para recorrer el centro de esta maravillosa ciudad y almorzar en uno de sus famosos bares de tapas. Mis compañeros necesitan muchísimo café, conozco como pueden ser de duras las fiestas privadas que organizan nuestros directivos.
        6.00 pm. Hemos sido instalados en el mejor hotel de la ciudad. No me gusta nada la actitud del directivo español que nos ha recibido. Es sospechosa y excesivamente solícito y atento. No me inspira nada de confianza. Después de pedirle varios informes se ha negado a proporcionármelos con la excusa de que al ser fin de semana no hay nadie en la empresa a quien encargárselos (intolerable).
        A las 12.00 pm, después de cenar en un muy buen restaurante, hemos sido trasladados a lo que me ha parecido un burdel de carretera. El local es muy correcto, con mucha seguridad y han puesto a nuestro servicio a las mejores chicas (supongo que algunas habrán venido expresamente para nosotros, no creo que esas mujeres que hablan japonés tan fluidamente trabajen habitualmente en ese local). Estoy molesto con la actitud del directivo español que ha organizado nuestra velada, no me gusta su actitud dominante y su continuo ofrecimiento a conseguirnos cualquier vicio legal o ilegal que deseemos. Tengo la sensación de que desean cubrir sus errores agasajándonos en exceso.
        11-12-1994.- 1.30 am. No me siento a gusto en el sitio donde estamos. He hablado en inglés con la chica joven que se me esta insinuando para preguntarle si conoce algún otro sitio por la zona donde podamos trasladar la fiesta. Me ha recomendado un local que se llama PACHA. He propuesto trasladar la fiesta allí, la cara de molestia que se le ha puesto al directivo español me confirma que, sin duda, será una buena decisión.
        Desde el primer momento el directivo español ha evitado que nos mezclemos con el resto de los clientes que abarrotan el local, trasladándonos a una zona privada donde varios camareros nos sirven todo lo que pedimos. Este espacio es una especie de balcón que permite ver todo el local, ha sido una buena elección, la música me gusta y hay varios artistas que realizan espectáculo. Me ha llamado mucho la atención uno de los artistas, viste algo parecido a un kimono femenino en azul y rojo. Ha realizado un Shirabyōshi casi perfecto, con la dificultad incluida de hacerlo sobre esos altísimos zapatos que llevan. He preguntado a la chica con la que hablo si conoce algo del show que acababa de presenciar y me ha contado en un tono un poco despectivo que son Dragg Queens, algo parecido a hombres que se visten de mujer para actuar (la explicación me ha recordado un poco al teatro kabuki). He pedido conocer al artista.
        El artista ha resultado ser un chico joven encantador, habla inglés, así que he prescindido de los servicios de la prostituta que me acompañaba. No se parece a ninguno de los chicos que he conocido en los últimos veinte años, no se me ha acercado a mí por interés, soy más bien yo el que tiene un interés morboso en él. No actúa para nada como los chicos que se prostituyen en los hoteles de lujo, que se limitan a escucharte y ofrecerte lo que deseas. Con el artista he podido mantener una conversación de tú a tú, y esto es algo que no he hecho nunca. Deseo saber hasta dónde puede llegar esta relación, así que voy a proponerle que me acompañe al hotel esta noche.
        No me esperaba que mostrase la inseguridad que ha demostrado hacia mí cuando le he propuesto que pasásemos la noche juntos, contrasta con la seguridad que demuestra en el escenario, donde lo presiento como un gran profesional. He intentado evitar el tratarlo como los profesionales del sexo a los que estoy acostumbrado. Sin duda es alguien acostumbrado a disfrutar del sexo con desconocidos, pues no se me ha negado a ninguna de las posturas sexuales que le he propuesto, accediendo a absolutamente todos mis deseos. Ha sido increíble, no había disfrutado tanto del sexo sin complejos en mi vida.
        5.00 pm. Me he sorprendido a mí mismo al verme despertando abrazado al joven artista, incluso después de la tremenda sesión de sexo de hace apenas unas horas, se ha excitado enormemente solo con sentir mis caricias. He descubierto que su excitación hacia mí me produce una morbosidad muy fuerte. Hemos hecho el amor apasionadamente de nuevo y después he decidido compensarle su dedicación invitándolo a comer en el mismo restaurante que nos llevaron los directivos españoles, la experiencia ha sido completamente distinta y extremadamente placentera. Solo deseo volver a llevarlo a la habitación del hotel para poder acariciarlo y poseerlo de nuevo.  En un arrebato le he propuesto que sea mi amante por el tiempo que esté en la zona. Curiosamente ha accedido con una condición extraña. Se me hace difícil entender que alguien como mi artista no sea un personaje bohemio, y tenga que trabajar a diario en una empresa en horario estándar.
        12-12-1994.- 6.30 am. Cuando he despertado, el chico artista ya no estaba. He tenido un sentimiento de soledad que solo recuerdo haberlo tenido después de la muerte de mi esposa. No me gusta este sentimiento. Deseo que el chico cumpla su promesa y aparezca a las 9.00 pm. Tal y como hemos quedado. Tengo un día muy duro, tendremos que repasar los protocolos de calidad de la fábrica. Espero que mis colegas de inspección estén más serenos y despejados que yo, pues me es del todo imposible sacarme de la cabeza a mi joven artista.
        2.00 pm. Llevo toda la mañana como ausente. Solo puedo pensar en el joven de anoche y en nuestra próxima cita. He podido excusarme ante mis colegas y los directivos españoles con la excusa del jet-lag, pero de seguir así, creo que pronto será muy evidente mi falta de concentración en la tarea que se me ha encomendado. No hago más que pensar en el tipo de trabajo que debe hacer alguien de su sensibilidad artística y en cómo puedo hacerlo para poder impresionarlo esta noche.
        8.00 pm. Como pareció interesado en la cultura japonesa en la conversación que tuvimos. He solicitado de manera privada el spa del hotel durante tres horas, para poder mostrarle aunque sea de manera superficial el mundo de los samuráis con una pequeña lección de Kendo. Además podremos usar la sauna y el yacusi. La espera se me ha hecho eterna.
        Ha llegado puntual. Yo estaba en el gimnasio practicando algunos movimientos de Kendo. Nos hemos saludado cordialmente y he tenido que contenerme para no abalanzarme sobre él allí mismo. Me ha excitado vestirlo con el kendogi y el hakama, acariciándolo mientras le corregía las posturas básicas de ataque y defensa. Cuando la espera se me ha hecho insoportable lo he invitado a desnudarnos y usar la sauna. El ver al joven tan excitado no he podido contenerme y he explotado poseyéndolo de manera violenta en la sauna, me ha preocupado la posibilidad de haberlo lastimado con mi irrefrenable lujuria.
        Como un favor especial, la cocina del hotel me ha conseguido un servicio de makizushi y nigirizushi, acompañado con una botella de sake. Ha sido divertido ver a mi artista desenvolverse con los palillos y los boles. Curiosamente me ha comentado que le han cambiado los horarios en la empresa multinacional japonesa donde trabaja y podrá acompañarme en la cama hasta las siete de la mañana. No creo que en la zona haya muchas franquicias japonesas, así que tengo la sospecha de que posiblemente sea un asalariado de nuestra filial en la zona. No me preocupa excesivamente. Trabajan más de 500 españoles en la factoría, las posibilidades de coincidir son muy remotas, y aun así creo que este joven sería lo suficientemente discreto como para no ponernos a los dos en evidencia.
        13-12-1994.- 7.00 am. Creo que podría acostumbrarme a despertar abrazado a este joven. Me ha gustado mucho el ducharnos juntos y desayunar, antes de que se fuese a toda prisa a su puesto de trabajo. De manera puntual me he reunido con mis colegas y nos hemos trasladado a la fábrica para empezar, ahora de manera efectiva, la inspección de producto acabado.
        Me he llevado una desagradable sorpresa cuando el único directivo que hablaba inglés me ha presentado al operario que había solicitado como soporte a mi inspección, y ha resultado ser mi joven artista. Me he encontrado frente a frente con mi amante en la misma sala. Aunque la expresión de terror y sorpresa que había en su cara me ha tranquilizado. Dado lo inapropiado de la situación me ha propuesto el pedir a otro operario, cosa a la que me he negado. En un extraño giro del destino, la fortuna me ha premiado con poder estar cerca de mi objeto del deseo no solo durante la noche, sino también durante el día. Hemos acordado el ser profesionales durante nuestra coincidencia en la factoría y dedicarnos solo a los asuntos de nuestro trabajo.
        La inspección está resultando un perfecto desastre. La mayoría del producto acabado tiene algún defecto de consideración grave. Si los directivos españoles deseaban demostrar que sus modificaciones en el protocolo de producción eran eficientes, lo han hecho muy, pero que muy mal. Durante las cinco horas de la mañana he reunido suficiente producto acabado defectuoso como para retirar del mercado toda la producción de los últimos meses. Después de hablar con mi colega el Sr. Hikamasha hemos decidido presionar a los directivos y cargos intermedios con la típica reunión bronca. Me ha sabido mal porque mi amante ha tenido que ver la faceta más dura de mi condición de empresario exigente con sus subordinados. A las 5.00 pm. Cuando ha sonado la sirena del final de la jornada laboral, mi joven artista, como si la reunión no tuviese nada que ver con él, se ha despedido y ha abandonado la sala, pasando por delante de toda esa pandilla de españoles que me miraban acobardados y eran incapaces de contestar a ninguna de mis preguntas sobre calidad.
        He decidido compensar a mi amante por el mal trago que le había hecho pasar por la tarde y lo he esperado a que llegase en el hall de la recepción. En el coche alquilado con conductor y de camino al restaurante que me había sugerido el director del hotel, me he disculpado por haberle obligado a presenciar mi peor cara. Curiosamente eso no le preocupaba, lo que verdaderamente le preocupaba es el hecho de que le habíamos estado gritando en ingles a unos veinte directivos y cargos intermedios que no entendían absolutamente nada de lo que decíamos. Una vez más este chico conseguía desarmarme con un solo comentario, solo pude reírme a carcajadas ante tan gran revelación y besarle en los labios, de hecho llevaba todo el día deseando hacerlo. Desde ese momento aparqué todo lo referente a mi obligación con la empresa para el día siguiente y me centré en colmar de atenciones a ese joven que me acababa de solucionar gran parte de mi trabajo en el centro de producción.
        Después de hacerle el amor, mi amante se ha quedado profundamente dormido. No sé cuánto tiempo he estado observándolo dormir, estoy empezando a tener sentimientos contradictorios. Aunque en Japón una relación homosexual del tipo que podría mantener con este chico joven no sea un tabú de exclusión social, sí que me podría traer inconvenientes a la hora de imponerme a mis competidores empresariales. No me reconozco, estoy haciendo planes a largo plazo cuando aún no tengo claro cuáles son mis sentimientos hacia este joven.
        14-12-1994.- 7.00 am. Hoy hemos despertado muchísimo más descansados, hemos dormido casi siete horas y nuestros cuerpos lo agradecen. Sigo disfrutando de la compañía y el cuerpo de mi joven artista. Aunque sin duda alguna hoy no lo veré en todo el día, me reconforta el saber que lo tengo cerca de mí, a pocos metros de donde tengo que demostrar mis peores artes y carácter para conseguir que los incompetentes que manejan esta empresa empiecen a funcionar según los protocolos de la empresa madre.
        2.00 pm. Gracias a la información que me entregó mi amante he conseguido poner en evidencia la poca preparación para los cargos que ostentan los directivos españoles. Resulta decepcionante el descubrir que de todos los cargos intermedios y directivos tan solo hay cuatro que podrían leer e interpretar una carta o un E-mail escritos en inglés. Se ha exigido a la dirección un total reciclaje de todos los cargos intermedios, con la exigencia de sustituir a todos aquellos que en menos de seis meses no obtengan un nivel mínimo de conocimientos del idioma.
        Hemos acordado entre la dirección y mis colegas de inspección el realizar un procedimiento similar de adoctrinamiento y exigencias de mejora con las empresas suministradoras de producto semi-acabado y componentes. Mi colega, el Sr. Hikamasha, se ha sorprendido muchísimo al descubrir que el operario de apoyo (mi amante) habla mejor el inglés que la mayoría de los directivos, al pedirle una selección de defectos por origen de fabricación. Curiosamente me he sentido muy satisfecho al oír a mi compañero de inspección alabar las cualidades de mi amante.
        Todo el grupo de inspección hemos sido invitados por la dirección de la empresa a una cena de protocolo a la que no puedo negarme a asistir. Me molesta muchísimo no poder atender como se merece mi amante, he dejado una nota en recepción para que lo hagan instalarse en mi suite y lo agasajen con todo lo que pida. La cena ha sido la típica y aburrida cena de compromiso donde los directivos españoles nos agradecen el maravilloso trabajo que estamos realizando para mejorar la competitividad de la empresa. Al final entre aplausos nos han obsequiado con un reloj suizo de oro como recuerdo de nuestra aportación a la empresa.
        11.45 pm. He llegado al hotel y he descubierto a mi joven artista dormido en el sofá del salón de la suite. He estado un buen rato viéndolo dormir. Me he sentido reconfortado. He decidido que para compensarle mi falta de atención, a la mañana siguiente lo llevaría a cenar al mejor restaurante de la región y le regalaría el reloj de oro como símbolo de lo que estaba empezando a sentir por él. Pero por ahora solo deseo cogerlo en brazos, llevarlo a la cama y hacerle el amor apasionadamente antes de dormirnos.
        15-12-1994.- 7.00 am. Empiezo a odiar este despertador que me obliga a separarme de mi amado. Estoy disfrutando de cada segundo que comparto con él, lamentando el tener que dejarlo partir, aunque solo sea por unos minutos, pues cuando yo llegue a la empresa tendré la certeza de que esta cerca de mí. Hoy organizaremos una reunión de adoctrinamiento a las normativas de la empresa con los encargados de calidad de las distintas empresas que producen componentes para nosotros. Estamos convencidos de que será un meeting muy productivo. Deseo tener a mi joven artista cerca cuando me imponga sobre los demás empleados, quiero que vea en mí al hombre poderoso que puede ponerle el mundo a sus pies.
        2.30 pm. Estamos a punto de empezar la reunión, el Sr. Hikamasha está muy satisfecho del trabajo que ha realizado mi amante, distribuyendo los defectos por empresa de fabricación. Aun así le ha pedido que le explique cómo ha desarrollado su trabajo (más tarde me ha confesado que le divierte mucho el acento especial que tiene su inglés y que por eso le hace hablar aunque no haga falta). Le he pedido a mi joven artista que se quede, con la excusa de que nos aclare alguna duda respecto a su trabajo. En realidad deseo que me vea actuando como alguien con poder.
        El directivo encargado del control de calidad nos hará de intérprete con los enviados de las empresas. La reunión se ha alargado muchísimo, ya que todo lo que decimos se tiene que traducir de manera simultánea a los empleados españoles. Mi amante parece sorprendido con el desarrollo de la reunión, es curioso, pues hoy no ha abandonado la sala al acabar su turno laboral y se ha quedado hasta que ha finalizado la reunión, mucho más tarde de las cinco. Me pregunto si será porque lo he impresionado.
        Esta mañana le he pedido al director del hotel donde nos hospedamos que me reserve una mesa para dos en el mejor restaurante de la cuidad, se ha comprometido a tenerlo todo a punto para las nueve de la noche.
        9.00 pm. He esperado a mi joven artista en el hall de recepción, estoy muy contento con el resultado de la inspección y los cambios que estoy provocando en la empresa, y deseo compartirlo con mi amante, pues parte del éxito se lo debo a la información que me ha ido entregando. El restaurante que me ha buscado el director del hotel tiene unas referencias tremendas, creo que es el sitio ideal para la velada que deseo compartir con él.
        Mi acompañante parece abrumado por lo excesivo de la categoría del restaurante, jejeje cuando descubra el regalo que le tengo preparado se quedara sin palabras. Tal y como pensaba, se ha sentido totalmente superado con el regalo del reloj de oro, he tenido que insistir para que me lo acepte. Cada vez lo deseo más, si no fuese porque mañana tenemos que cumplimentar los informes finales de nuestra actuación en la empresa, le pediría que se quedase todo el día conmigo y que no fuese a trabajar.
        Mientras hacíamos el amor, el ver el reloj en su muñeca me producía una morbosidad especial. Creo que lo siento ya como una parte más de mi mundo. Maldita sea, mañana tendremos que despedirnos y no sé si seré capaz de evitar el proponerle que me acompañe en el viaje de vuelta.
        16-12-1994.- 7.00 am. Para hoy he preparado algo muy especial. Quiero saber cómo se desenvuelve mi amante en el entorno gay, así que para esta noche he preparado una excursión a los locales de ambiente gay de Barcelona. He hecho una lista con las prendas que deseo regalarle y se la he entregado a una de las ayudantes del jefe de personal para que me consiga esos artículos para esta tarde. Estaré todo el día ocupado con las reuniones de conclusiones y los últimos consejos para mejorar la producción en la empresa, después tengo que preparar el informe de actuación y enviarlo al Consejo de Dirección de la Casa Madre en Japón vía E-mail. Pura rutina. Espero poder ver a mi joven artista para poder darle la información para que acuda lo antes posible al hotel.
        5.00 pm. Acabo de despedirme de mi amante como operario de la empresa. Todo ha sido excesivamente correcto. Al estrecharle la mano a la manera occidental, he aprovechado para pasarle discretamente una nota con la invitación para las seis de la tarde. Yo regreso al hotel y lo esperaré allí. Ha llegado muy sofocado, por lo visto ha tenido que aparcar al otro lado de la ciudad y ha venido corriendo. La propuesta de ducharnos juntos me ha desencadenado toda mi libido. Hemos hecho el amor en la ducha y ha sido muy placentero. Después le he entregado varios regalos, que ha desempaquetado como un niño. Parece que mis obsequios le han gustado muchísimo ya que se ha puesto toda la ropa que le he regalado enseguida. Esta bellísimo, parece salido de una ilustración de Mishima Go o Tom de Finlandia. Me excito solo de verlo. He pedido un coche y un chofer para que nos atienda toda la noche, disfruto mucho viendo a mi joven artista pasárselo bien conmigo. Durante toda la noche he dejado que me guie por los locales y sitios que él conoce de Barcelona. Desconocía que hubiese tanta vida nocturna gay en esta ciudad. Hemos recorrido bares y discotecas hasta que, amablemente, nos han invitado a irnos porque estaban a punto de cerrar la última discoteca. De regreso a Girona estábamos tan excitados que no nos hemos podido contener y hemos practicado sexo salvaje en el asiento de atrás del coche. Curiosamente el conductor ni se ha inmutado ante nuestra pasión incontrolada.
        17-12-1994.- 0.15 pm. Mi amante y yo hemos despertado con una tremenda resaca, reconozco que la noche anterior fue memorable. En pocas horas tendremos que separarnos para siempre. Estoy decidido a pedirle que me acompañe a Japón y sea mi amante definitivo. Aunque me preocupa muchísimo el que no pueda adaptarse a vivir en un piso de lujo en una gran ciudad extraña. Antes de proponerle nada quiero estar seguro de que sería capaz de abandonar esta tierra y esta vida sin que le sea traumático. A mi pregunta, sobre a lo que no sería capaz de renunciar de su vida, no me ha dado respuesta. Después de desayunar me ha pedido que le acompañe en su coche, que desea mostrarme algo que es muy importante. El coche de mi joven artista es pequeño e incómodo, pero práctico para ir por estas carreteras rurales. Me ha llevado hasta su pueblo de nacimiento. Todo el pueblo parece parado en otra época más medieval. Después de mostrarme todos los rincones preciosos de la villa, me subió hasta una gran roca que tiene una enorme torre circular en su parte superior. Desde la roca se ve una gran panorámica de la costa, con un gran rio en medio de un valle frondoso y varios castillos en los montes adyacentes, incluso los islotes que se ven en la costa tienen un encanto terriblemente bucólico. Esta ha resultado ser la respuesta a mi pregunta, y me ha quedado completamente claro que este joven sería incapaz de adaptarse a nuestra sociedad. Si lo amo debo dejarlo en libertad.
        6.30 pm. De regreso al hotel, mi amante, me soltado la información bomba, que me ha dejado completamente descolocado. Parece ser que todos los directivos españoles han estado conspirando para ocultarnos toda la información acerca de la descapitalización que llevan realizando desde hace varios años en la empresa, a espaldas de la dirección de la Casa Madre del Japón. Resulta que la elección del operario de apoyo se realizó bajo el pretexto de juntar a dos homosexuales, pretendiendo grabar alguna escena inapropiada sobre mi sexualidad, para poder chantajearme si descubría el fraude. Por lo visto con el total desconocimiento por parte de mi amante, que se dio cuenta del engaño durante la reunión con los supuestos encargados de calidad de las empresas externas. Por lo visto, dichos operarios eran empleados de confianza de la dirección española del turno de noche, haciéndose pasar por técnicos externos. He caído totalmente en la trampa que me han preparado, ya que he enviado un informe alabando todos los cambios que se están realizando en la empresa para adaptarla a los protocolos del Japón. Que estúpido soy. He entrado en cólera y he hecho huir corriendo a quien solo pretendía ayudarme. Tan asustado estaba que se ha dejado la cazadora de piel que le regalé en el sofá. Me siento totalmente abatido.
        7.45 pm. Llevo una hora pensando en cómo solucionar el problema moral que se me ha propuesto. Debo elegir entre hacer lo conveniente o hacer lo correcto. Mis compañeros de inspección esperan que me una a ellos para regresar a Barcelona y tomar el avión de vuelta a Japón. De hecho el avión no saldrá hasta el mediodía del lunes, y no es necesaria mi presencia en Barcelona, ya que el día de mañana nos lo tomaremos de visita en la ciudad.
        8.00 pm. Me he reunido con mis colegas para informarles que me quedare dos noches más en el hotel y que me reuniré con ellos el lunes para tomar el avión de regreso. Se han reído jocosamente, bromeando sobre los motivos que me retienen aquí. He declinado darles explicaciones. Más tarde, en la habitación he repasado toda la información que nos han entregado desde la empresa local, comparándola con la documentación recibida de la empresa madre del Japón. Tengo que reconocer que las diferencias en cuestión de balances son mínimas. El único desfase evidente es el enorme problema con la calidad del producto acabado, cosa que confirmaría todas las sospechas que me ha transmitido mi amante. Desde el hotel no han tenido ningún inconveniente en alargar mi estancia dos noches más. He pedido cena en el servicio de habitaciones para poder repasar más a fondo toda la documentación de la que dispongo.
        18-12-1994.- 3.15 am. Necesito confirmar todas mis sospechas, y solo mi joven artista tiene las respuestas para llenar los huecos que faltan en mi informe. He pedido que me traigan el coche para ir a por él. Por suerte sé dónde encontrarlo. Al llegar a la discoteca me he dado cuenta de que el pobre joven siempre recordaría mi ataque de ira como despedida. Le he pedido al conductor si podría solicitar a los vigilantes de seguridad del local que informasen al artista de mi presencia en el recinto. Durante todo el trayecto he abrazado la cazadora de piel que le regalé. Con las prisas y el estrés de mi enfado se la había dejado en el hotel.
        5.40 am. Mi joven artista querido, ha regresado a mí, entre abrazos y besos, estaba convencido de que me había perdido para siempre y estas dos noches extra le parecen un sueño. No hemos hablado en ningún momento del tema de la empresa, simplemente nos hemos dedicado a amarnos apasionadamente como el primer día que nos conocimos. Saboreo con ansia todos los instantes que estoy junto a él y cada caricia que le doy. Quiero tener una imagen mental de cada rincón de su cuerpo para poder recordarlo a partir de mañana. Sé que no puedo llevármelo de aquí, tampoco deseo que acabe odiándome por obligarle a tomar una mala decisión. Estoy convencido de que si se lo pidiese lo dejaría todo por mí. Pero no lo haré, lo amo demasiado para hacerle tanto daño.
        3.30 pm. Después de almorzar en la habitación, le he pedido que responda a todas mis preguntas sobre todo lo que sabe acerca de la conspiración que se urdió en la empresa. Quiero tener todos los detalles para poder actuar. Sé que haciendo lo correcto mi reputación quedara en entredicho. Pero estoy dispuesto a asumir las consecuencias si con ello me llevo por delante a toda esta manada de mafiosos y conspiradores.
        11.00. No hemos salido del hotel en todo el día, tengo toda la información que necesito, el nuevo informe que preparo será demoledor. Quiero hacer todo lo posible para proteger a mi confidente, y solo puedo hacerlo usando todo mi poder desde Japón. Discretamente he preparado una carta de despedida, junto con todo el dinero que he podido recoger en estas últimas horas. Lamento hacer esto, pero por un momento he creído que el tratarlo como un prostituto hará que me olvide con más facilidad. Quizás me odie un tiempo, pero podrá seguir con su vida cuando me olvide. Deseo que el hecho de haberme conocido no le provoque más problemas de los que ya le ha provocado. Hemos pedido cena y nos hemos despedido, entre abrazos y caricias nos hemos dormido deseando que mañana no llegue.

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